El proyecto de reestructuración llevado a cabo por Officinaleonardo es parte de un edificio construido en Roma a principios de los años 70. Las opciones que guiaron las soluciones de diseño de este apartamento fueron determinadas por tres condiciones de contorno: la necesidad de separar dos unidades residenciales dentro de un apartamento individual; las diversas condiciones de la planta en las que basar la distribución; la necesidad de dar unidad al proyecto, respetando el programa estético-funcional dictado por las necesidades y gustos de sus habitantes.
El departamento era dividido en dos unidades autónomas con una entrada común, cada uno tiene su propia cocina, baño, dormitorio y sala de estar. El espacio se divide de la siguiente manera: representación en un caso (interior A), amplia habitabilidad del área de cocina / comedor en el otro (interior B). El suelo es de parquet rubio, este expediente garantiza la continuidad visual de la intervención.
El interior "A" se caracteriza por la presencia de cortes de luz en la pared y de inserciones cromáticas y vidrio opalino en el mobiliario: en paneles de madera y paredes de muebles de madera.
Desde un punto de vista compositivo, la pared curvilínea colocada en la entrada es una invitación a entrar; el diseño del techo de geometría variable es otro elemento de la connotación del entorno.
La sala de estar está separada del área de dormir a través de una pared de madera deslizante. Al mover los paneles, el área para dormir se convierte en un espacio amplio y exclusivo. Una gran puerta de madera separa la cocina de la sala de estar. El baño está diseñado como un lugar / cueva: las paredes están cubiertas con pizarra partida, los cortes espejados interrumpen la unidad del material, el piso se ha cubierto con un mosaico negro y está diseñado como una cinta en movimiento que cambia su posición pared, estante, estante, piso rebajado.
El interior "B" se caracteriza por la presencia de una gran puerta corredera de altura completa hecha de madera, la puerta separa el área de descanso del área de estar y se adapta a la pared móvil de la cocina, también en madera. Las inserciones en hierro pintado en gris antracita y los cortes en la mampostería en vidrio opal, dan vida a los juegos de opacidad y transparencia. La cocina es grande y permite una fácil preparación de alimentos y dietas.
La pared de traslación de la cocina crea una segunda membrana en la pared adyacente, un filtro que también es una especie de velo del armario, al final de la pared, en la misma alineación, se accede al baño. Una segunda puerta, que se abre, da vida al espacio habitable concebido como un espacio abierto. También en esta unidad de vivienda el baño se caracteriza por un fuerte componente material: la pizarra, montada en la pared, es un poste sobre una cinta que, al plegarse, se convierte en suelo. El revestimiento de mosaico se injerta en el suelo, que a su vez sube por una pared.
Los cortes de espejo en la pared crean una superficie luminosa que proporciona profundidad al entorno.
Ambos apartamentos disfrutan de una vista única sobre un tramo de verde hasta donde alcanza la vista y sobre todo en la cúpula de San Pietro, cuya presencia hierática se ve reforzada por el juego cuidadoso de reflejos y transparencias creado por Officinaleonardo.
