Descripción
Icono del diseño industrial durante casi un siglo, el sillón A56 de Tolix ha atravesado épocas y estilos para convertirse en un clásico inscrito en la memoria colectiva, un "patrimonio vivo" que ilustra el arte de vivir francés ... Encarnación del estilo moderno de los años 30- 50, el sillón A56 destacó por su solidez y gran ligereza. Apilable, responde perfectamente a las necesidades de racionalización del espacio. Su estética refinada y su gran funcionalidad le dieron una carrera prestigiosa y exitosa: a bordo del liner Normandie en 1935, el sillón Tolix también puebla los espacios de la Exposition Internationale des Arts et Techniques en 1937 y numerosas terrazas de cafés antes de entrar en la esfera privada de la década de 50. Simbólico y democrático, el sillón de metal Tolix marca un paso significativo en la historia del diseño. Todo el mérito es para su diseñador Xavier Pauchard, quien utilizó por primera vez chapa estampada y zinc para producir muebles producidos en serie. Los asientos Tolix se convierten en los primeros asientos industriales franceses. Hoy, la empresa ha adquirido máquinas digitales de alto rendimiento que acompañan a muchas operaciones manuales y herramientas heredadas de la historia. Cada sillón que sale del atelier es único y la firma Tolix está grabada en el metal. Es con un reconocimiento genuino que Tolix recibió en 2006 la etiqueta de “Empresa del patrimonio vivo” conferida por el Ministerio de Economía, Finanzas e Industria. Hecho de chapa de acero en bruto con pintura transparente brillante, este sillón A56 no está galvanizado y no se puede usar en exteriores. Para uso interior / exterior, es necesario privilegiar el modelo galvanizado con pintura transparente. En esta versión con barniz transparente, los puntos de soldadura son deliberadamente visibles para comunicar una idea artesanal y resaltar la estética cruda del producto. Solo para interiores: apilable
