En respuesta al tema de esta edición de la EXPO Milán 2015, "Alimentar el planeta, energía para la vida", la contribución del pabellón de Austria diseñado por el grupo team.breathe.austria llama nuestra atención sobre uno de los recursos más preciados: el aire. .
Como componentes fundamentales de la biosfera, el aire, el clima y la atmósfera unen a todas las criaturas vivientes de nuestro planeta. Como tal, el aire es tanto una fuente de sustento como un patrimonio natural.
El pabellón funciona como un prototipo para abordar una posible interacción futura entre el entorno natural y las estrategias urbanas al demostrar el potencial de los sistemas híbridos que integran la naturaleza y la tecnología.
El elemento central es un denso bosque austriaco combinado con elementos técnicos para crear un microclima. Con este núcleo, productor de oxígeno y carbono, el pabellón se convierte en una "estación de generación de aire", el único edificio en todo el recinto de la EXPO que permite soportar el caluroso verano milanés sin aire acondicionado convencional.
Para los diseñadores, estas combinaciones de sistemas naturales y la tecnología van a iniciar un cambio de paradigma para el futuro.
El pabellón fue desarrollado por el grupo de proyecto interdisciplinario team.breathe.austria bajo la dirección del arquitecto paisajista y profesor universitario Klaus Loenhart.
Toda la superficie del pabellón está densamente plantados con 12 ecotipos bosque austríaco, que van desde los musgos y arbustos a árboles hasta 12 metros.
En un bosque natural rico en agua, el enfriamiento ocurre a través de la evapotranspiración, es decir, la evaporación del agua de la flora y fauna, así como de la superficie del suelo. En breathe.austria, sin embargo, el proceso de enfriamiento por evaporación está técnicamente mejorado. Si bien el área del pabellón es de solo 560 m2, se utilizan boquillas de nebulización termodinámica de alta presión para activar la superficie de evaporación total de la vegetación del pabellón, equivalente a aproximadamente 43.000 m2. A pesar de las limitaciones espaciales, Breathe.austria logra crear una zona climática única dentro del pabellón: una atmósfera agradablemente fresca que invita a quedarse.
La interacción efectiva entre la naturaleza y la tecnología enfría el espacio interior de 5 a 7 ° C y reemplaza el aire acondicionado convencional. El pabellón produce 62,5 kg / h de oxígeno, suficiente para 1.800 visitantes. En su superficie de 560m2, Breathe.austria ha construido el equivalente a un bosque natural mucho más grande.
Crédito de la imagen: Daniel Madia
